Princesas del pueblo

Cuatro de cada cinco mujeres que aparecen en Marca, Sport, AS y Mundo Deportivo salen en bikini. Machismo puro y duro del que todos somos cómplices. Estas “primicias informativas” siempre están entre las diez más visitadas de sus webs. En España denominamos prensa deportiva a la prensa populista que estimula los más bajos instintos. A cualquier cosa se la llama deporte en un país sin fomento de la cultura en el que el libro más vendido es el de Belén Esteban. Estos diarios se han acostumbrado a tratar a la mujer como si fuera un objeto sexual, cada día se superan y van un poco más allá. Cualquiera vale para esto si las tiene bien puestas. Tuvieron más espacio que la victoria de España ante Rusia de waterpolo femenino en la Liga mundial (13-11) las afamadas Kate Upton y Bar Refaeli, la amante de Giroud, las Miss Bumbum, la mujer de Odom, la musa del City, el desnudo de Pamela Anderson, la linier Lindsey Strutt, los destapes de Irina Shayk y la prometida de Ronaldo.

Laura Ester, Jennifer Pareja, Anni Espar, Patricia Herrera, Pili Peña, Laura López, Maica García, Ona Meseguer, Laura Vicente, Andrea Blas, Lorena Miranda, Mati Ortiz,  y Ana Sabugal fueron convocadas por Miki Oca para este partido, periódicos y agencias no se atrevieron a dar todos sus nombres correctamente no vaya a ser que se perdieran el inicio del Manchester City – Barcelona que empezaba justo después. A pesar de que la selección de España es la vigente campeona del mundo y medalla de plata en los JJOO, juntas suman poco más de 40.000 seguidores en twitter, veinte veces menos que Belén Esteban (790.000 seguidores). Se trata de una generación para la historia que además tiene en las voces de Juan Carlos García y Dani Ballart a dos hombres que narran y comentan sus partidos de forma didáctica, amena y honesta. Nada que ver con los comentarios cómicos de Julio Salinas: “uffff” y “clichés” para Clichy en el encuentro de Champions. No sabremos más de ellas en los grandes medios de comunicación hasta los Campeonatos de Europa en Berlín este verano, seguirán analizando el penalti de Demichelis a Messi.

Luchadoras infatigables, el pasado fin de semana las jugadoras del CN Sabadell ganaron la Copa de la Reina y ayer martes jugaban con España en Madrid. Unas chicas que enganchan al público por su manera de entender el deporte y llevarlo a la práctica, las licencias de waterpolo suben un 70% porque su ejemplo cunde entre las niñas, sin embargo solo son noticia si ganan una medalla, si juegan una final, si Sergio Ramos se equivoca y las felicita meses más tarde o si alguna por mala suerte se ahogara en la piscina.

Recuerdo que la última vez que lloré de alegría y emoción por el deporte fue por estas chicas. Recuerdo las frases que me apunté del seleccionador Oca: ”La casta te da ambición para crecer pero para ser un buen equipo hay que saber cómo hacer bien las cosas” y de Xesco Espar, padre de Anni y Clara Espar, en su libro Jugar con el corazón: “La cabeza nos hace lógicos, el corazón nos hace soñar”. ¿Cómo nos vamos a olvidar de los vuelos de la gran Pajarito, de la sonrisa eterna y angelical de Anni Espar, del genio y el coraje de Jennifer Pareja, de los golazos de nervio de Maica, de las carreras de Miki Oca, de la defensa numantina de Laura López, de los aplausos de las suplentes y de las sustituidas que animan más que nunca?  Ellas son parte imborrable del deporte español. Son las guerreras, no por cobrar poco dinero, no por las injusticias que se cometen contra ellas, sino porque representan el placer del esfuerzo: aman lo que hacen por encima de todo y nadando desde la nada han conseguido que muchas niñas pidan a sus padres que las apunten a waterpolo. En otro país nuestras guerreras serían las princesas del pueblo, pero para eso hace falta resetear este decadente “periodismo deportivo” sin sentido crítico que apesta a gayumbos y que se dedica a mirar ombligos propios y tetas ajenas.
Escrito por @fonsiloaiza

Fuente: Grupo Joly